lunes, abril 14, 2008

Carlos Bilardo mantiene varios trabajos incompatibles con su cargo de ministro

Incumple la ley de ministerios de Scioli

A pesar de que desde diciembre de 2007 está a cargo de la Scretaría de Deportes de la Provincia de Buenos Aires, Bilardo sigue cobrando por sus participaciones en radio y televisión y las conferencias que dicta en todo el mundo. En marzo trabajó medio mes. Viajó a Suiza a una reunión de la FIFA, pasó por Italia y España a ver partidos y siguió hasta Malasia e Indonesia para dar una clínica de fútbol. Aunque incumple con la Ley de Ministerios que reformó Scioli, el doctor asegura que antes de asumir le avisó al gobernador que no pensaba dejar sus trabajos en los medios “para seguir en contacto con el deporte”.


Se coronó como jugador y como entrenador. Agregó prestigio internacional a su currículum dirigiendo al seleccionado argentino que en 1986 se quedó con la Copa del Mundo en México. Pero Carlos Bilardo decidió dejar el pizarrón y los videos para asumir como secretario de Deportes de la Provincia de Buenos Aires, a partir de un ofrecimiento personal que le hizo Daniel Scioli.

El problema es que a Bilardo le hace falta un día con más de 24 horas, ya que a pesar de estar en un cargo con rango de ministro, lo cual supone una dedicación full time, mantiene todas las actividades particulares que desarrollaba antes de llegar a la función pública.

De lunes a viernes conduce un programa radial en La Red. Los domingos pasa varias horas comentando partidos de primera división para la señal Fox Sports. Ocupa además un cargo en el Comité Técnico de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), actividad que le demanda reunirse cada cuatro meses en Zurich, además de participar de otros eventos. Por si fuera poco, cada dos o tres semanas se va al exterior contratado por distintas empresas para dictar clínicas de fútbol. Y, en el tiempo que le queda libre, ejerce como funcionario.

¿Cómo hace un secretario de Estado, con la responsabilidad que el cargo implica, para tener una agenda repleta de ocupaciones personales? Sobre todo cuando es incompatible cobrar un sueldo como funcionario de alto rango y al mismo tiempo percibir remuneraciones de empresas privadas vinculadas al área que preside.

Sólo en marzo estuvo dos semanas afuera. Fue a Suiza, a una reunión del Comité Técnico de la FIFA; luego estuvo en Roma y España, para asistir, como invitado, a dos partidos, uno del Calcio y otro de la Copa del Rey. Y el 29 preparó otra vez las valijas. Se fue una semana a Kuala Lumpur, en Malasia, y a Yakarta, Indonesia, para dar una clínica de fútbol.

Mientras estaba en el exterior, la Secretaría de Deportes que él conduce, y en la que trabajan unas cuarenta personas, se dedicaba arduamente a poner en marcha los Torneos Juveniles Bonaerenses, el evento más importante que coordina esa dependencia. Este año hay más trabajo que nunca, porque el gobernador quiere que un millón y medio de chicos (una cifra récord) participen de los juegos, que se desarrollan entre junio y noviembre.

Pero por una cuestión de tiempo y espacio, el doctor no estuvo al frente del operativo inicial. “La radio no la puedo dejar, el canal tampoco. Son muchos años de trabajo. Esto se lo aclaré a Scioli desde el principio, y me dijo que le diera para adelante”, explicó Bilardo en una entrevista con PERFIL (ver recuadro).

¿Ad honórem? Como secretario de Estado Bilardo cobra un sueldo básico de seis mil pesos. Como comentarista y conductor también percibe una remuneración. Su dedicación en Fox le retribuye alrededor de 15 mil pesos mensuales. Sus charlas en el exterior le dejan aproximadamente 30 mil dólares cada una (es su caché base). De la FIFA no cobra, aunque la entidad se hace cargo de todos sus gastos cuando le toca viajar. Y además tiene el programa de radio. “Yo vivo de esto (por la actividad privada). No estoy en el pase de jugadores, no tengo empresas y nunca toqué un centavo que no me correspondiera”, aclaró el entrenador para aventar sospechas de manejos irregulares. “Te digo más, si trabajara como técnico en el exterior, que me lo han ofrecido, estos sueldos serían para mí para comprar un CD”, indica.

Pero la Ley de Ministerios que reformó el propio Scioli le prohíbe a Bilardo ejercer cargos en el ámbito privado. Dice el artículo 10 de la Ley 13.757: “Los ministros no podrán ejercer profesión o empleo alguno, ni desarrollar ninguna actividad privada que tenga vinculaciones comerciales con el Estado Nacional, Provincial y/o Municipal, entidades autárquicas y/o empresas del Estado”.

La incompatibilidad es aún más manifiesta si se saca provecho de la función pública en beneficio de la actividad privada. “No podrán ejercer actividad, comercio, negocio, profesión o empresa que directa o indirectamente implique participar, a cualquier título, en concesiones, acordadas por los poderes públicos o intervenir en contrataciones, gestiones o litigios en las cuales sean parte la Nación, las Provincias y/o los Municipios”, aclara el mismo artículo.

La cadena Fox no sólo recibe publicidad de la administración provincial: la propia Secretaría de Deportes auspició eventos transmitidos por el canal de cable, como partidos de básquet de la Liga Nacional. Esto fue admitido por Bilardo, quien no encuentra en este hecho ninguna incompatibilidad. La Secretaría también había conseguido la colocación de publicidad en el pentagonal de fútbol de verano que transmitió Fox, en el que participan los cinco equipos más grandes de la Argentina.

El funcionario aceptó haber realizado la gestión, aunque luego se desdijo y afirmó que no era así. “Yo mientras pueda dar una mano la doy, no cobro un peso, pero me cuelo en todas”, bromeó Bilardo, y añadió: “Eso lo hizo el Instituto de Loterías y Casinos de la Provincia, pero yo no tuve nada que ver. Si ellos quieren poner publicidad en Fox, no puedo hacer nada”.

En La Red se atajaron frente a la posibilidad de que exista una incompatibilidad entre las múltiples actividades del ex entrenador: “Desde que asumió, Bilardo decidió no cobrar más el sueldo para que no le trajera problemas”, indicó un alto ejecutivo de la cadena. Sin embargo, esto no es cierto. El propio Bilardo reconoció que percibe sueldo en todas las actividades particulares que realiza, incluso en la radio.

En la mira. ¿Qué pasa con la Secretaría cuando no está Bilardo? Por lo pronto, el funcionario no pide licencia. En cambio deja a un equipo de su confianza a cargo: el grupo está integrado por el ex jugador Carlos Pachamé, un hijo del ex DT Oscar Malbernat y un hijo de Eduardo Luján Manera, todos apellidos emblemáticos para los hinchas de Estudiantes de La Plata.

Sin embargo, puertas adentro, empleados con muchos años de trabajo en la Secretaría de Deportes se quejan por las licencias que obtuvo Bilardo. “Nosotros nos rompemos trabajando y él ni siquiera viene por acá”, explicó uno de ellos, con pedido de estricta reserva de nombre. Es que el doctor no ha pisado aún las oficinas de la Torre II, en el piso 13, donde oficialmente funciona la Secretaría en La Plata. Por ahora, cuando hace reuniones, se dirige a 6 y 53, donde le han reservado un edificio nuevo, al que se mudará próximamente el organismo.

“Si no fuera porque hace más de diez días que no está acá, te diría que Bilardo está comprometido con la función pública. No ponemos en duda ni su honestidad ni su capacidad de trabajo, pero nos hubiera gustado que estuviera más aferrado al cargo”, explicó a PERFIL un funcionario del Gobierno bonaerense que conoce los pormenores en el área de Deportes.

La misma persona interpretó que el problema del doctor es que no puede distinguir “lo público de lo privado, porque nunca fue funcionario. La actividad de ministro o secretario de Estado es full time. Nadie puede, en esa posición, mantener negocios en el ámbito privado, por una cuestión de horarios, y también de ética, porque en este caso la actividad privada es del mismo rubro que la pública”, contó a este diario un asesor letrado, que pidió no ser identificado.

En el Gobierno provincial hay quienes sostienen que Bilardo aceptó el cargo para posicionarse en política, aunque no le hiciera falta económicamente. Tiene la ambición declarada de presidir la AFA, y llegó a lanzar su candidatura para competir por la Presidencia de la Nación. Sin embargo, Bilardo lo desmiente. “A mí no me interesan los cargos ni tampoco el dinero, y eso es una gran ventaja”, aclara.

Sin dudas, desde que asumió como funcionario Bilardo no ha dejado de ser Bilardo. Y en eso, justamente, radica el problema. La función pública tiene limitaciones, que el ex DT parece no tener en cuenta. En el Ministerio de Gobierno y la Jefatura de Gabinete provincial se llamaron a silencio. “No vamos a opinar”, dijo su vocero, Carlos Gianella. Bilardo se ataja apelando a su estilo simple y desentendido: “Yo de cuestiones legales no entiendo nada. Para eso están los abogados”.


fuente: Perfil

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