La gran Willy
El deportista encontró un buen negocio al dar clínicas de tenis.
El anuncio fue en pleno centro de Mar del Plata, la ciudad que desarrolló el potencial deportivo del astro. Allí, el gobernador provincial Daniel Scioli estuvo junto al ex tenista profesional Guillermo Vilas para anunciar una clínica que dará, a lo largo de la temporada veraniega, el que fuera el mejor jugador argentino de la historia en esta disciplina. Habrá, según anunciaron, una serie de 50 clínicas distribuidas por toda la costa bonaerense, y la cuenta bancaria del hombre que hizo famosa la vincha sobre el polvo de ladrillos se incrementará en unos 150 mil pesos. No es la primera vez que Vilas se dedica a dar una serie de clases abiertas para que los menores puedan aprender alguno de los trucos dentro del court.
Desde la década del ’90 que el gran Willy se encuentra abocado a la enseñanza en el país. Desde aquella época cobra un sueldo, hoy de 3.000 pesos, por dar algunas charlas y clases en el CENARD. Pero el gran salto docente lo dio bajo la gobernación provincial de Eduardo Duhalde, cuando firmó un contrato para dar unas 20 clínicas a cambio, según los diarios de la época, de casi 500 mil pesos. Y como la convertibilidad era la reina del momento, pesos y dólares eran lo mismo.
Guillermo Vilas ama Mar del Plata, aunque prefiere tener su residencia habitual en Mónaco desde hace muchos años. Quizá lo convenció su pasado con Carolina, pero la realidad indica que tiró anclas en el principado, lo que le permite ganar acá y no tener que pagar ningún tributo impositivo. Más allá de su nido hogareño, está claro que el ex tenista pasa algún tiempo por la Argentina y que fue un factor importante, por ejemplo, para que la final de la Copa Davis se disputara en la Feliz.
Con la caída ante los españoles y frente a la renuncia de Alberto Mancini como capitán del equipo nacional, Vilas se postuló. Aunque los dirigentes de la Asociación Argentina de Tenis optaron por elegir a Modesto Vázquez, un hombre que nunca tuvo buena relación con Guillermo. De haber sido elegido por la AAT, no hubiese tenido tiempo de dedicarse a mostrar su talento, aún intacto, a la hora de pegarle a la pelota.
Desde que se realizó el anuncio hasta el cierre de esta edición, Vilas cumplió con todo el programa pactado y prometió seguir haciéndolo hasta su finalización.
Aquellos dirigentes poco amigos de Guillermo lanzan una advertencia: “no vaya a pasar lo que sucedió en la década del ’90, que no logró cumplir con lo prometido, y apenas llegó a la mitad de lo que había pactado”. El tiempo pasó y el hombre dio su palabra. Hay muchos chicos esperando ver una zurda que alcanzó lo más alto del tenis mundial. Habrá que ver si cumple.
fuente: El Argentino