Propuestas para mejorar el deporte

Los entrenadores que estuvieron a cargo en las distintas presentaciones argentinas en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro elaboraron un documento con propuestas concretas respecto de la organización deportiva nacional, en el que ponen de manifiesto la necesidad de mejorar las políticas existentes para recuperar el prestigio internacional.

Sobre el final de los Panamericanos la Argentina evitó caer en el octavo puesto registrado en los Juegos de Caracas de 1983, al establecerse en la séptima posición por detrás de Estados Unidos, Cuba, Canadá, Brasil, Colombia y México.

Por eso, varias organizaciones deportivas han instalado la idea de un profundo debate con vistas al futuro del deporte nacional. Por ejemplo, la Asociación de Entrenadores de la Argentina elevó un comunicado en el que impulsa "retomar programas de inclusión social de niños y jóvenes en la práctica"

Otros testimonios recogidos definen el futuro del deporte argentino a partir de la cuestión presupuestaria. El titular del Comité Olímpico Argentino, Julio Cassanello, subrayó que "en la Argentina el deporte no es prioridad", y añadió que "esto surge de la observación económica de otros países latinoamericanos"

El propio Secretario de Deportes de la Nación, Claudio Morresi , aludió antes a la escasa chance de recuperación inmediata, al decir: "los procesos de crecimiento no se dan en el corto plazo. Imposible imaginarlo en uno o dos años"

El Movimiento Social del Deporte emitió un documento titulado "El deporte como escuela de vida", en el que resalta, entre otras cosas, "la necesidad de crear el Ministerio de Cultura y Deporte, no para generar un ente burocrático más, sino para profundizar el cambio cultural que toda la sociedad argentina precisa en esta nueva etapa política"

Todos coinciden en que una de las claves es la masividad de la práctica deportiva. El otro secreto pasa por la calidad de los entrenadores, en el marco de una política impulsada por el Estado. Ojalá que estos cambios prosperen y que no queden, como muchas veces pasa, en discursos de ocasión.


fuente: Crónica