miércoles, octubre 03, 2007

La conmovedora entrevista al recordado Nino Benvenuti


Es uno de los máximos ídolos del boxeo de todos los tiempos. Sus combates, su admiración por Carlos Monzón y la decadencia de su amigo Muhammad Ali fueron algunos de los temas conversados

Nino Benvenuti, uno de los íconos que tiene el boxeo de los tiempos y posiblemente uno de los máximos ídolos del deporte italiano, olvidó su actual desempeño como comentarista de la RAI para recordar sus tiempos sobre el ring y algunas de las marcas que ese mundo le dejó, para siempre, en el fondo de su alma.

Campeón mundial peso mediano entre 1967 y 1970, el cronista del diario español AS que lo entrevistó comienza su artículo recordando una frase que cuelga de una de las paredes del gimnasio en el que se hizo la entrevista: "Los campeones no se hacen en gimnasios, están hechos de algo inmaterial que tienen muy dentro de ellos. Es un deseo, un sueño, una visión", sentenció alguna vez otro grande del ring: Muhammad Ali.

Dice, entre sus primeros recuerdos, Benvenuti: "Que ahora me parece imposible hacer lo que he hecho. Como dijo Ray Sugar Robinson, todo fue un regalo de Dios".

"Sólo el primer combate con Emile Griffith, el moreno de las Islas Vírgenes, aquella pelea en la que conquistó el título mundial de los medios, ya vale para llenar una vida...", opina el cronista.

"Aún hoy, ese combate es la retransmisión audiovisual más seguida en la historia de Italia. Lo siguieron 20 millones de personas por RAI Due: por la radio. No se pudo televisar porque aún no había medios técnicos. Fue a las cuatro de la madrugada, y aún así hubo tantos millones de gente pegada a la radio. Cuarenta años después, aún me hace feliz ver a muchos italianos que me dicen que son hijos de aquella noche. Hubo tantos nacimientos, a los nueve meses de ese Benvenuti-Griffith... pero también hubo una tragedia. Hubo un suicidio", contesta el entrevistado.

Y agrega, el entrevistado: "Una mujer se suicidó cuando yo gané. Dejó escrito que la vida ya la había hecho suficientemente feliz con la victoria de Benvenuti, y que no esperaba más de la vida. Todos los días lo recuerdo y me pregunto cómo pudo suceder".

Luego habla de Muhammad Ali: "Nos vimos hace poco. Imposible hablar con él. Es mi amigo, desde 1960. Pero ahora es como una estatua. Si su esposa Lonni está al lado, puedes hacer un esfuerzo para entenderte con él. Si no, es imposible, imposible (con firmeza). Ya ve: él, con la impronta que ha dejado en la sociedad. A él, a quien todos escuchaban. Es una figura como la madre Teresa de Calcuta, como Gandhi. No sé la fuente de sus poderes. Quizá debieran darle el Premio Nobel de la Paz por esa impronta social. Su compromiso con el pueblo negro le inscribe de lleno en la Historia".

"¿Es Ali el mejor de todos los tiempos?", le preguntó el cronista. "De los más modernos, de la última época, tal vez. Pero la comparación absoluta entre épocas resulta imposible. Antes estuvieron Joe Louis, Ray Sugar Robinson... y éste era el que más me gustaba a mí, por su facilidad natural. Quería copiarle. Louis era más lejano", respondió Benvenutti.

"Llegó un día, tras Fullmer, Griffith, Rodríguez, en el que Benvenuti ya no era el mismo. E irrumpió Carlos Monzón, un puma de las Pampas...", piensa y dice el periodista de AS.

"Yo lo tenía todo, y Monzón venía llegando hacia arriba. Cuando gané a Griffith, yo estaba creciendo. Cuando llegó Monzón, el que crecía era él. Todos sus valores permanecían intactos…", responde Benvenuti.

Y sobre el final de la entrevista habla del final de Carlos Monzón: "Me dolió muchísimo. Le visité en la cárcel de Junín, porque le apreciaba todavía más como persona. Siempre hizo lo que su sangre india le dictaba. Insociable, frío, duro, inadaptado. Podía haberlo invertido todo, pero no quiso. Respondía a su naturaleza salvaje: era como un indio selvático contra todos".


fuente: Infobae

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