sábado, febrero 07, 2009

España- El fracaso del actual modelo de sociedades anónimas deportiva .

En junio de 1992, los clubes españoles de categorías profesionales se transformaron en sociedades anónimas deportivas, una figura nueva creada por la Ley del Deporte de 1990. Hubo sólo cuatro excepciones, cuatro clubes que no habían tenido pérdidas en las cinco temporadas precedentes: Real Madrid, Barcelona, Osasuna y Athletic de Bilbao.

Éstos mantuvieron –y mantienen- su condición de asociaciones deportivas. El nuevo modelo surgió para sacar a los clubes de la situación de quiebra en la que estaban sumidos. Se puso el contador a cero y, además, a los equipos se les incrementó el porcentaje de recaudación de las quinielas al 10% para que pudieran pagar holgadamente al fisco y no volvieran a endeudarse.

Quince años después, los clubes transformados en SAD no sólo son mucho más insanos económicamente, sino que han vuelto a acumular una deuda millonaria. En total, los 20 equipos de Primera División sumaban en la temporada 2007 una deuda a largo plazo de 2.800 millones de euros, según los cálculos de José María Gay de Liébana, experto en economía financiera de la Universidad de Barcelona. En este contexto, los dirigentes encontraron un filón en la Ley Concursal de 2003.

Nueve clubes han acudido al concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos): Unión Deportiva Las Palmas -la primera-, Real Club Celta de Vigo, Real Sociedad, Sporting de Gijón, Club Deportivo Orense, Terrasa Fútbol Club, Málaga Fútbol Club, SociedadDeportiva Compostelana y Deportivo Alavés. Para acogerse al Concurso, han tenido que echar mano de artificios contables con los que engordar sus activos y evitar la quiebra técnica.

Por otro lado, las normas federativas sancionan con descenso a los clubes que no estén al corriente en el pago a sus jugadores, cuestión que también encontró su contrapunto en la aplicación de la Ley Concursal. Diversos incidentes acaecidos durante los procesos concursales han puesto patas arriba nuestro sistema deportivo.

Especialmente sonadas fueron las discrepancias entre el entonces Juez Cobo Plana y la Federación Española de Fútbol, en los que la norma mercantil se impuso sobre la federativa.

Y si bien es cierto que algún club, como el club amarillo, ha sacado su particular concurso de acreedores adelante, el nuevo modelo de la Sociedad Anónima Deportiva no ha evitado su endeudamiento ni ha servido para exigir responsabilidades a los administradores, objetivos fijados en 1992. El experto José María Gay habla de la «violencia económica» que existe en el fútbol y que no se da en otros deportes, lo que hace que se vea como algo normal pagar cantidades astronómicas por jugadores, o conseguir dinero a golpe de desprenderse de los activos del club.

El Gobierno español tiene, pues, ante sí un reto importante. «Hay que revisar si el modelo de sociedad anónima deportiva es el que tenemos que seguir aplicando», reconoció Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, en su comparecencia en el Congreso el pasado mes de junio en el marco de una comisión parlamentaria creada para estudiar este asunto (1). Todos están de acuerdo en que el modelo actual de Sociedad Anónima Deportiva no ha cumplido sus objetivos, pero difieren en la estrategia a seguir. Unos son partidarios de hacerle un lifting a la Sociedad Anónima Deportiva y ampliar los controles de la Administración Pública.

Otros, en cambio, aboganpor volver a las antiguas asociaciones deportivas.

En todo caso, las directrices ya las ha puesto la Unión Europea. El Parlamento Europeo, en el Libro Blanco aprobado en mayo pasado, instó a crear un sistema modulado de control de costes de los clubes europeos, así como redistribuir los beneficios de la retransmisión televisiva. El mecanismo de control financiero deberá ser diseñado entre la UEFA, los clubes y la Comisión Europea.

(1) Declaraciones de Lissavetzky en el Congreso, a propósito de la posible reforma (24 junio 2008):

"La reforma del deporte profesional yo creo que es importante, que es una manera de fortalecer el sistema deportivo español. La labor que hacen los clubes en formación de jugadores es muy notable, pero también tienen una serie de problemas. Desde el año 1990, es decir hace dieciocho años, con la Ley del Deporte se creó una serie de conceptos en la que solamente se consideraba, y en la actualidad sigue siendo así, deporte profesional fútbol y baloncesto, liga ACB, primera y segunda división de fútbol, y se creó un modelo que era el de sociedades anónimas deportivas. Yo creo que hay que hacer una gran reflexión, hay que trabajar de una manera lo más rigurosa posible para ver aspectos organizativos, disciplinarios, audiovisuales, fiscales y mercantiles; hay que revisar, en definitiva, también si el modelo de sociedad anónima deportiva es el que tenemos seguir aplicando o si es un modelo que puede que ser obligatorio, o quizás simplemente voluntario; hay que buscar fórmulas para fortalecer este sistema deportivo español a nivel profesional. Repito que a lo mejor en el diagnóstico podemos estar muy de acuerdo, pero en la búsqueda de soluciones es necesario,sin ninguna duda, el mayor consenso social y, por supuesto, político posible.

En ese sentido yo creo que hay que ponerse a trabajar. Estamos ahora viendo algunos aspectos, como por ejemplo la utilización de la Ley concursal por determinados clubes, con la queja de algunos otros.

No sé si el legislador cuando redactó la Ley concursal estaba pensando que seiba a aplicar al fútbol o no."

Por: Antonio Aguiar.

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