lunes, noviembre 19, 2007

Rosario: tierra de miedo

Los hinchas de Newell''s y Central están raros, como apagados. Las gastadas mutuas, ese viejo ritual, parecen formar parte de un pasado reciente y a la vez añorado por todos ellos. En las cercanías del Monumento a la Bandera o en la zona de La Florida, en los barrios del norte y también en los del sur de esta ciudad, leprosos y canallas son puro lamento y preocupación. Si la temporada terminara hoy, Newell''s se iría al descenso sin escalas y Central tendría que jugar la Promoción. Pero las desventuras de ambos están lejos de agotarse en lo deportivo: se encuentran todavía peor en el aspecto institucional. Newell''s, que no tiene elecciones desde hace 13 años, sufre por la conducción personalista de Eduardo López, cuya polémica gestión se caracteriza, entre otras oscuridades, por el gran protagonismo de la barra brava, encargada de representar jugadores, de custodiar el predio de Bella Vista y de alquilar el microestadio.

Por su parte, Central es un club no menos devastado que viene de estar intervenido judicialmente y que tiene un nuevo presidente (Horacio Usandizaga) en funciones desde hace cinco días. En convocatoria de acreedores, Central afronta embargos de dinero y también está dominado por una barrabrava que mantiene una interna sangrienta por uno de los bienes más preciados que supo tener el club: el manejo de las divisiones inferiores. Cada cual a su modo, Newell''s y Central son burdas caricaturas de lo que alguna vez supieron representar: las mejores canteras del fútbol argentino, esas que le causaban envidia hasta a Boca y River. Hoy, ni siquiera se caracterizan por sacar talentos.

Según pudo averiguar Clarín, Newell''s le debe más de tres meses de sueldo a no menos de 15 integrantes del plantel profesional. "López te paga cuando quiere. El tipo te llora la carta, te hace el verso de que no tiene plata y entonces te paga cuando tiene ganas o directamente no te paga", afirmó un futbolista que dijo estar "podrido de cómo se maneja el club".

Los manejos turbios de López no se agotan allí: la Cámara Federal de Apelaciones resolvió el último 7 de agosto llevarlo a juicio oral por irregularidades detectadas por la AFIP en las transferencias de Maximiliano Rodríguez, Claudio Paris, Diego Mateo, Damián Manso y Lucas Bernardi, además de embargar sus bienes por 870 mil pesos.

Clarín tuvo acceso a otra información, proporcionada por el Banco Central de la República Argentina, que refleja el modo elegido en que se manejan los destinos del club: entre el 1 de abril de 2003 y el 16 de mayo del año pasado, a distintos acreedores de Newell''s les rechazaron 217 cheques emitidos por el club, todos sin fondo, por un monto total de 7.623.914,43 pesos.

Newell''s es el espejo del prototipo de club que López buscó crear desde el principio de su mandato, en diciembre de 1994. Lo dejó sin vida social bajo un argumento insostenible: que es sólo un club de fútbol. En realidad, es un simulacro de institución en la que sólo los barras pueden moverse con libertad: los padres de los chicos de las inferiores ni siquiera pueden entrar al predio de Bella Vista para ver jugar a sus hijos. "Nos hacen esperar a todos en un corralito que está como a 50 metros de las canchas donde se juegan los partidos. Y el intendente de Bella Vista es el Cabezón Cáceres, uno de los cabecillas de la hinchada", comentó un papá que también pidió reserva de su nombre. No es casual que quienes critican a López pidan que no se los mencione: el presidente instaló en el club la cultura del miedo. En la cancha, los hinchas que se atreven a cuestionarlo son agredidos físicamente por integrantes de la barra estratégicamente repartidos en cada una de las tribunas del Coloso. Esos mismos barras son los que ya frustraron, con sus métodos intimidatorios, varias marchas de repudio hacia la gestión de López.

Los desmanejos también ubicaron a Central en un lugar por demás incómodo. En diciembre de 2003, durante la presidencia de Pablo Scarabino, ingresó en convocatoria de acreedores con un pasivo estimado en 100 millones de dólares. Tras dos años de negociación y verificación de la deuda, obtuvo una reducción de un 70 por ciento, con una cifra a pagar de 29.000.000 de pesos, con 15 años de plazo para la cancelación, tres años de gracia para comenzar a pagar y 12 cuotas anuales. Hoy, la deuda posconcursal supera los 40 millones de pesos. Para colmo, le embargaron 9.000.000 de dólares por las ventas de Marcelo Ojeda, Cristian Villagra, Marco Ruben y Angel Di María. Y le debe más de 3.000.000 de dólares a la AFA.

Usandizaga le confirmó a Clarín que tiene una idea que aquí despertó tantas adhesiones como rechazos de parte de los hinchas. "Para levantar el embargo de los 9.000.000 de dólares que están bajo caución, voy a ofrecer como garantía el Gigante de Arroyito", afirmó. "Los socios deben comprender que hay que movilizar los recursos que tenemos embargados porque con esa plata regularizamos la situación y nos tiene que sobrar plata. A los acreedores les voy a pagar lo que corresponde y no me van a sacar ni un mango de más. Si le ponen la bandera de remate al Gigante, antes de eso agarro un revolver y me pego un tiro", agregó.

La jueza Liliana Giorgetti, quien estuvo al frente de la intervención del club, denunció por administración fraudulenta, falsificación ideológica y asociación ilícita a Scarabino y a los ex integrantes de su Comisión Directiva Juan Dalbes (vicepresidente), Gonzalo Estévez (secretario) y Mauricio Salvo (tesorero). De julio de 2006 hasta hoy, Central vendió a 10 jugadores por 18.380.000 dólares. Sin embargo, el club está en rojo por donde se lo mire.

Los hinchas de Newell''s y Central ya no se gastan. Clarín le hace notar la particularidad a Pablo Marcos, un leproso de 34 años que responde casi con resignación: "Cómo nos vamos a gastar si me parece que el año que viene nos vamos al descenso los dos juntos".


fuente:Clarín

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